miércoles, 10 de septiembre de 2014

La extinción del macho Ibérico

Bueno, antes de nada recordaros que esto que escribo son mis pensamientos en voz alta. Una opinión puramente personal, nada científica y extraída únicamente de la propia experiencia y largas charlas con distintas mujeres. No pretendo convenceros pues como siempre, no aporto datos, pero si al menos que lo penséis un poco. Allá vamos…





El macho Ibérico, esa imagen todopoderosa del hombre español, pero extrapolable a todos los hombres del planeta. En rasgos generales, se le podría definir como un hombre muy varonil, “de pelo en pecho” y por encima de todo sexualmente muy potente. Y en esta última característica es en la que me gustaría profundizar.

En nuestros círculos de amigos y conocidos, siempre terminamos escuchando a alguno de los varones presumir de su “hombría” en la cama. Y aunque evidentemente sí que hay hombres que tienen una capacidad sexual muy potente, inagotables algunos, parece que les baste con eso y se olviden de disfrutar CON su pareja. “Como te la meto cuatro veces al día deberías sentirte afortunada, si no te corres es cosa tuya”… Pero sigamos.
También hemos escuchado hasta la saciedad que “el hombre tiene más deseo que la mujer” y frases tan románticas (y patéticas por cierto) como “yo echo tres sin sacarla”, “yo me empalmo cuando quiero”, “yo es que necesito follar todos los días”, etc etc (seguro que muchas de vosotras podríais aportar más frases gloriosas como éstas).

Pues al tema: Cada vez más, escucho entre mis clientas y amigas que sus parejas las rechazan, huyen o inventan una excusa para escaquearse de los quehaceres sexuales muy a menudo. Hasta leí hace unos días (de aquí me vino la inspiración para este artículo) que un ciudadano de la India, había solicitado el divorcio porque su mujer era una insaciable sexual, le acosaba diariamente y le obligaba a hacer incluso “cosas sucias” (¿¿¿¿????).

Curiosamente, a los hombres que han demostrado (aunque sea de boquilla) un deseo sexual alto se les ha denominado “machotes” pero a una mujer que tenga el mismo apetito sexual se les llama despectivamente “ninfómanas”.

O sea, muchos hombres presumen de ser unas bestias en la cama, pero cuando una mujer está a su altura, ya no lo son tanto. E incluso algunos llegan a maltratar verbalmente a sus parejas llamándolas “salidas”, “insaciables”, etc, creando en ocasiones un sentimiento de culpa en ellas que provocan bloqueos que finalmente afectan emocionalmente a sus vidas: Ansiedad, tristeza profunda, vergüenza... (Puta sociedad, puta cultura patriarcal)

Pues NO, mujer. No eres rara, no eres una salida ni una pervertida ni te sales de los cánones. Solamente VIVES, DISFRUTAS y eres LIBRE SEXUALMENTE. Y que nadie te haga creer que no.

¿Entonces, por qué ocurre esto? Yo tengo una teoría… Ya sabéis, puede ser verdad o puede ser mentira… Resulta que el hombre, fisiológicamente produce espermatozoides continuamente y esto provoca que necesitemos “vaciar” cuando la bolsa está llena, sí o sí. Pero ¿qué pasa si no logramos vaciarla cuando llega “la llamada de la naturaleza”? Que surge la falsa necesidad de querer follar todos los días. Evidentemente, si quiero follar porque necesito descargar y no puedo hacerlo, querré un día, y otro, y otro y así hasta el infinito… y de ahí el falso mito de que el hombre tiene más deseo sexual que la mujer y que siempre está dispuesto a follar.

Peeeeeeeero… ¿qué ocurre cuando una mujer libre, segura de sí misma, con ganas de disfrutar su sexualidad le da a ese hombre lo que necesita? Pues que la capacidad de producir espermatozoides es X, por lo que la necesidad de vaciar puede no ser diaria, por lo que si la mujer quiere follar todos los días, llega un momento que el hombre físicamente no siente necesidad ni deseo de descargar (es más, sólo quiere descansar y punto).

¿Y significa esto que la mujer entonces tiene más deseo que el hombre, o que el hombre no es tan machote como lo pintan? Pues ni lo uno ni lo otro. La diferencia radica en el tipo de deseo que se siente. Si te gusta tu pareja, seas hombre o mujer, si te sientes querid@, si hay complicidad, respeto, unión, cariño y todo lo que rodea (o debe rodear) a una relación de pareja, el deseo entonces viene dentro, es emocional; y este deseo es INFINITO. Evidentemente según la edad y otros factores, la capacidad física será de una u otra manera, pero eso sólo determinará cómo hacerlo y no cuándo. Si el deseo por tu pareja es emocional (y no sólo físico) no será necesario siempre follar. Las caricias, los juegos, los besos etc también son parte de la sexualidad y no tienen por qué acabar siempre en un orgasmo. Llevar el deseo a la práctica no significa impepinablemente follar y orgasmar, sino demostrar ese deseo y sentir la correspondencia. Lo que surja o a donde llegue es cosa de cada dos.

La mujer de hoy en día, gracias a los dioses, es más consciente de que su sexualidad tiene vida y no sólo está para el “desahogo” del macho ni para fines exclusivamente reproductivos. También se ha liberado un poco más de tabúes la masturbación femenina, lo que ha provocado que muchas mujeres logren conocer su cuerpo y placeres mejor de lo que era hace unas décadas. Y aunque aún queda un largo camino que recorrer, todo esto ha provocado que la mujer sea consciente de su deseo, que no lo reprima y haya pasado de esconderse a reclamar su ración diaria de “merengue”. Y si esto provoca la extinción del macho Ibérico, ¡qué viva el deseo sexual femenino!


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